La hermandad de Torreblanca es la decana de las hermandades de vísperas.
Desde el año que hizo su primera estación de penitencia, otras hermandades se han ido sumando a la nómina de las que entre el Viernes de Dolores y Sábado de Pasión realizan su estación de penitencia en sus barrios.
Los Dolores de Torreblanca es todo un ejemplo de hermandad y de vocación con la que muchas de estas hermandades nacieron en estos días previos a la Semana Santa. En muchas ocasiones en barrios con grandes necesidades de atención pastoral y humana.
Un trabajo muy importante que dura los 365 días del año, más allá del bonito día festivo en el que la cofradía sale a la calle y alegra la vida y la gente de su barrio
En estos años de vida la hermandad ha conseguido ir creciendo y consolidando un patrimonio que aun sigue proyectándose en su paso de palio. En él vemos sus caídas aun no bordadas, pero con varales, candelería, y respiraderos recién estrenados.
El que sí tiene ya un aspecto definitivo es el portentoso paso de misterio del Señor. En él, Nuestro Padre Jesús Cautivo se ofrece en la delantera del paso ante el pueblo mientras Pilato le interroga…
Llevaron a Jesús al palacio del gobernador romano. Salió Pilato a hablar con ellos y les preguntó:
–¿De qué acusáis a este hombre?
–Si no fuera un criminal –le contestaron–, no te lo habríamos entregado.
Pilato volvió a entrar en el palacio, llamó a Jesús y le preguntó:
–¿Eres tú el Rey de los judíos?
Jesús le contestó:
–Mi reino no es de este mundo. Si lo fuese, mis servidores habrían luchado para que yo no fuera entregado a los judíos
Le preguntó entonces Pilato:
–¿Así que tú eres rey?
Jesús le contestó:
–Tú lo has dicho: soy rey. Yo nací y vine al mundo para decir lo que es la verdad. Y todos los que pertenecen a la verdad, me escuchan.
Tras Jesús y Poncio Pilato un centurión romano dialoga con un sacerdote judío, que porta un pergamino. El sacerdote queda fuera de la parte delantera, separada antiguamente por dos columnas, ya que los judíos no podían entrar en el palacio romano. También se coloca fuera un esclavo que lleva en su mano una soga con la que trasladan a Jesús.
Las figuras secundarias son de Juan Antonio Blanco. El Señor Cautivo de Jesús Méndez Lastrucci, bisnieto del gran escultor Antonio Castillo Lastrucci. En su rostro podemos ver una lágrima que recorre su mejilla derecha.
El Cautivo de Torreblanca fue el primer titular de vísperas elegido para presidir el viacrucis de las hermandades de Sevilla.
La Virgen de los Dolores es la gran devoción del barrio. Obra de José María Gamero,
La dolorosa de mirada baja y apenada, recibe el cariño de todos sus devotos y devotas cada Sábado de Pasión. Su pena contrasta con la alegría del barrio que se vuelca con Ella en lluvia de pétalos y piropos.
Si conoces más detalles de la hermandad, puedes contárnoslos en los comentarios a este vídeo.
Queda hora con ellos, sus titulares, y su gente, su barrio…