¿Qué es la verdad?

¿Qué es la Verdad?

La Hermandad y el barrio de Torreblanca nos sumergen en este diálogo profundo, teológico, que el evangelista Juan nos dispone en el palacio del gobernador romano:

Jesús le contestó:

Yo nací y vine al mundo para decir lo que es la verdad. Y todos los que pertenecen a la verdad, me escuchan.

–¿Y qué es la verdad? –le preguntó Pilato.

Desde este pasaje, 3 claras propuestas de Verdad.

Una de ellas la podemos ver plásticamente en el paso. La disposición misterio cuida perfectamente ese situar la escena en palacio de Pilato. Los judíos esperan fuera. Hace unos años podíamos ver mejor la división entre los dos espacios con las columnas que lo separaban… Pero Jesús lo transita, entra… He aquí una de las principales enseñanzas. Cristo rompe fronteras y divisiones humanas, hechas por lo hombres por necesidad de diferenciarse, pero que alejan la realidad que nos une. Si queremos saber qué es la Verdad y que esta nos resitúe ante los dilemas y cuestiones fundamentales de la vida, debemos situarla no desde enfoques que dividen, sino desde la búsqueda del encuentro. Incluso ante conflictos. No se trata de ahondar en las causas que nos dividen, sino en lo que puede hacer que debamos unirnos. Muchas veces ahí descubrimos razones de fondo que nos ponen de manifiesto lo más verdadero: Las personas, su bien, la paz… ¿Cómo podríamos dejar al lado lo que no nos construye? Él se ofrece como respuesta verdadera.

Un segundo apunte claro de verdad se produce en Torreblanca por barrio y hermandad… Autenticidad, fervor sencillo y popular, sentido profundo del porqué tanto de las hermandades, en su día a día, como la cofradía en la calle. Calles que también el Señor quiere recorrer ofreciéndose como verdad, camino y vida.

Porque ese es el más claro mensaje de verdad que nos dispone el misterio rotundo en su delantera. Es Jesús mismo. “Yo soy la Verdad”.

Él es el criterio para cuando dudes. Él es quien orienta tu conciencia, tu interior, al que no puedes engañar y sobre lo que asientas tus decisiones. ¿Quieres saber si están bien orientadas hacia la verdad profunda del ser humano y la vida con mayúsculas? Busca si lo que te empuja se asemeja a las acciones y sentimientos del Señor. Esa es la única brújula. Y no lo hagas de memoria o presuponiendo. Bucea en su Palabra. Adéntrate en los evangelios para descubrir que, como en el amor, lo más bonito es que nunca dejarás de sorprenderte, de descubrir nuevos matices. Su verdad, la verdad, es tan honda como su propio ser.

Una verdad que a veces nos descoloca. Que nos llena de dolor. Su Madre, desbordada por lo vivido nos lo recuerda. Siempre a camino tras Él. Quizás solo caminando podamos descubrir la profunda dimensión y consecuencias de vivir en verdad, tras la verdad. En continua búsqueda…

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