Visibilizar la cruz…

En la sociedad y la cultura del “like”, del postureo y la sonrisa permanente en redes, la Hermandad de la Exaltación coloca un gran interrogante en el centro de su paso de misterio. ¿Y la cruz, qué? ¿Y el dolor, qué? ¿Y Dios, qué?

La escena es, sin duda, una gran metáfora plástica de lo que hoy puede significar hacer presente y visible la cruz.

Por un lado, la acumulación de personas, la marabunta de acontecimientos, el aparente caos y exceso de ruido… Fíjate en quienes en el paso tratan de alzar la cruz: dos en la delantera, dos empujando en su base… Cada vez supone un mayor esfuerzo hacer visible la cruz y a Jesús mismo en nuestras vidas. La aparente normalidad con la que vivimos nuestras cofradías podrían ocultar la “no presencia” de Dios en nuestras vidas, en la sociedad, en nuestro mundo.

Los que, como la Hermandad de la Exaltación, se esfuerzan en visibilizar a Cristo y su mensaje, son dignos de elogio. En la mayoría de las ocasiones esto se hace en silencio (que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha…); normalmente porque, las personas entregadas a su causa, no están en clave de apariencia… ni les importa. Le importa el otro, sus circunstancias, su bien, no el suyo propio.

La cruz y el Señor en equilibrio diagonal sobre el paso también podría aludir a ese difícil equilibrio entre exposición y vida oculta. ¿Presumir, visibilizar, mostrar…? Humildad es andar en verdad, diría Santa Teresa….

¿Si Jesús fue por caminos, plazas y ciudades para proclamar su Palabra y obra…? ¿Qué medios utilizaría hoy? ¿Se atrevería a usar las redes sociales? ¿O serían ellas las que atraparían su mensaje para difundirlo?

En la trasera del paso la fuerte presencia del poder que desea apagar el mensaje. Son otros los intereses. Los romanos y sus opulentes caballos te llevan hacia otro mundo, más aparente, más llamativo, que como en el propio misterio de La Exaltación, te lleva a asombrarte, a admirarlos… Solo algunos se detienen más en los ojos y mirada del Señor en la cruz…

Quizás podemos llegarnos a sentir como los ladrones, que nos miran y buscan nuestro reflejo. ¿Qué podemos hacer, sencillas personas? ¿Atados por el día a día? ¿Condenados a una vida ya con límites predeterminados?

La tarea podría parecer inmensa. Tan grande y aparentemente difícil como poder hacer caminar el pesado misterio de la Hermandad de la Exaltación. Ellos muestran que se puede. Un mensaje directo y rotundo para ti. Una llamada a movernos y visibilizar la cruz, lo que hagas, por pequeño que sea, poco a poco.. paso a paso…

Fíjate en la belleza aparentemente humilde y menuda de María. Toda la atención la desea solo para su hijo. Si la miras, si la ves… su vida y sus decisiones te remitirán también a Él. A verlo… haciéndolo visible.

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