Conoce la Hermandad de Las Aguas

De Triana al arenal.

Entre estos dos barrios de orillas diferentes y semejante idiosincrasia, se ha forjado la historia de esta hermandad centenaria que pasa por ser una de las fundadoras del Lunes Santo junto a la Hermandad del Museo.

La hermandad de Las Aguas recibe este nombre por su titular cristífero, el Señor de las Aguas. En su misterio recoge el pasaje del Evangelio de Juan en el que, tras ser traspasado por la lanza, del costado del Señor brotó sangre y agua.

Al acercarse a Jesús vieron que ya había muerto.

Sin embargo, uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza, y al momento salió sangre y agua.

Para recoger con mayor dramatismo y evidencia el pasaje, a los pies del Señor siempre ha procesionario un ángel con un cáliz que, simbólicamente, recoge esta sangre y agua.

Junto al ángel María, la madre del Señor, San Juan y María Magdalena completan el misterio. El Señor es obra de Antonio Illanes, quien con esta talla, ganó el primer premio de la exposición nacional de arte sacro en 1940. Un crucificado que, curiosamente, va clavado al madero mediante 4 clavos, cunado lo habitual es que los artistas lo hagan mediante solo tres, atravesando los dos pies con un solo clavo. Otro dato curioso es que sus piernas no se cruzan.

La Virgen del Mayor Dolor es de autoría reciente, pero realizada con la inspiración de la anterior dolorosa de Montes de Oca, que se perdió en un incendio. San Juan y María Magdalena son de Luis Álvarez Duarte. El ángel de Juan Abascal.

Las portentosas andas barrocas doradas del paso de misterio fueron concluidas hace pocos años.

En la Virgen de Guadalupe tiene Sevilla recogida esta devoción de origen mejicano y tan importante en la fe universal. Sevilla, a través de las manos de Álvarez Duarte, la ha hecho suya y a su manera. Es una Virgen niña y guapa nacida de manos de un joven prodigio. Luis Álvarez Duarte tenía solo 17 años cuando la talló.

Las alusiones a la devoción original mejicana podemos apreciarlas, por ejemplo, en el llamador del paso de palio, en el que se recoge una de las apariciones de la Virgen de Guadalupe al indio Juan Diego. O en las manos de la dolorosa, en las que lleva un sombrero mejicano.

Los bordados de su palio unen Latinoamérica con Sevilla. Flores de los países americanos conviven con acantos y la Giralda en su bambalina delantera o el monumento a la Inmaculada de la Plaza del Triunfo en la trasera. Méjico y España también vinculadas en sus devociones marianas con la Virgen del Pilar en la gloria del techo de palio.

Como todas las hermandades del Arenal, su recorrido es bello casi en cualquier punto.

Los cofrades buscan a estos nazarenos de túnica blanca y capirote morado, y a sus pasos por la calle Arfe o la Plaza de Molviedro en su camino hacia la carrera oficial. De vuelta a su capilla, en su caminar desde el arco del postigo a su entrada. Un enclave muy emotivo, especialmente para los hermanos costaleros que portan al Señor. Un azulejo recuerda el fallecimiento de Juan Carlos Montes mientras llevaba sobre sus hombros al Señor. Metáfora trágica y bella a su vez de tanta vida, amor y entrega por y para nuestros titulares.

¿Qué otras historias y recuerdos imborrables de Semana Santa conoces tú? Puedes contárnoslos en los comentarios a este vídeo para que los conozcamos.

Quédate unos minutos con los titulares de la Hermandad de Las Aguas.

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