Conoce la Hermandad de Santa Genoveva

Una auténtica locura. Esto era lo que se pensaba iban a hacer los hermanos de la hermandad de Santa Genoveva cuando, en el año 1958, fueron desde el lejano barrio del tiro de línea hasta la catedral de Sevilla. Hoy son ya otras 3 hermandades las que hacen un recorrido más largo, pero entonces parecía impensable realizar una estación de penitencia desde la periferia de la ciudad.

Míticas son las imágenes de sus dos pasos cruzando las vías del tren.

Desde sus orígenes el barrio se vuelca en un día único para los que allí residen y residían. Familias enteras que cada Lunes Santo acompañan a sus imágenes. La Virgen de las Mercedes y el Señor cautivo. Un Cristo cuya advocación señala que es “cautivo” en el abandono de sus discípulos y que, paradójicamente, como se dice en la ciudad, nunca camina solo.

Tanto el Señor como la Virgen son obra del escultor José Paz Vélez.

Destacan en el Señor sus manos atadas y su rostro, humilde y sufriente ante el abandono de sus discípulos.

Entonces echaron mano a Jesús y lo apresaron.

Jesús preguntó a la gente:

–¿Por qué venís con espadas y palos a apresarme, como si fuera un bandido? Todos los días he estado entre vosotros enseñando en el templo y nunca me apresasteis.

Todos los discípulos abandonaron a Jesús y huyeron.

Este dolor es expresado también por el autor de la talla en el fenómeno denominado “hematidrosis”. Un sudor de sangre que recoge el evangelista San Lucas en el momento de la oración en el huerto de Jesús.

En medio de un gran sufrimiento, Jesús oraba aún más intensamente, y el sudor le caía al suelo como grandes gotas de sangre.

Esta reacción no habitual del cuerpo puede ser causada por una situación emocional extrema en la que se mezclan sensaciones de angustia, temor y sufrimiento.

El Señor va sólo en su paso, flanqueado por dos ángeles lamperos de Francisco Buiza.

Camina siempre de frente, con paso firme, concitando la devoción de miles de cofrades a su paso. Unas magníficas andas que, curiosamente, fueron sufragadas por el entonces presidente del Real Betis Balompié, d. Benito Villamarín.

La Virgen de las Mercedes procesiona en un precioso paso de palio de aires macarenos.  Precisamente la hermandad la Macarena fue protectora de la hermandad en sus muy humildes orígenes. Una reproducción de la Virgen de la Esperanza va en la parte central del palio.

Decenas de devotos y devotas caminan también detrás de la Virgen de la Merced, cuyo rostro sereno parece esbozar una leve sonrisa ante la muestra de amor de todo un barrio que realiza con Ella la estación de penitencia.

Sus hermanos visten túnica blanca, con cinturón mercedario, capa y antifaz negros. En el centro de su antifaz, el escudo de la Merced. Entre sus insignias el lema de la hermandad. “Por un mundo mejor”.

Recientemente, en la última restauración del Señor, se ha revelado un bonito secreto sobre el mismo. El cuerpo del Señor tuvo que ser cambiado por uno nuevo en 1986. Se decidió quemar el antiguo y Antonio Fernández, entonces prioste de la hermandad, dijo al escultor Paz Vélez que los pies que tanta gente había besado y el cariño de tantos fieles no podía perderse. Los antiguos pies quedaron alojados en el pecho del actual cuerpo del Señor. Cerca de su corazón, para que pueda sentir todo lo que le quiere el barrio.

¡Cuántos detalles emocionantes no conocidos y anónimos encierran nuestras hermandades! ¿Conoces tú alguno? Puedes compartirlo con nosotros en los comentarios a este vídeo para que los conozcamos.

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