Escucha y vive en el video el mágico momento de la entrada de la hermandad del Dulce Nombre.
Es habitualmente el último suspiro del Martes Santo. Ya bien entrada la madrugada del Miércoles Santo llega a su parroquia, a su plaza de San Lorenzo, la Virgen del Dulce Nombre. El sonido de sus caídas, de sus bambalinas, al son de la música que magistralmente toca la Oliva de Salteras, envuelve a todos los cofrades que, cada año, acompañan a la hermandad del Dulce Nombre en su entrada.
El palio de la Virgen del Dulce nombre es calificado por muchos artistas como la expresión máxima de lo que podríamos llamar el “palio de estilo sevillano”. Un magnífico diseño y bordados que, junto a la manera de caminar, la musicalidad de sus bambalinas y la belleza de la Virgen del Dulce Nombre motivan el apelativo de “La Gracia bajo palio”.
Un palio que cobija la primera dolorosa de Castillo Lastrucci con rasgos castizos y juveniles. Un estilo que luego fue repetido por él mismo y otros imagineros. La acompaña San Juan, en otro de los más bellos diálogos entre madre y discípulo de la Semana Santa.
A Castillo debemos también poder admirar otro gran misterio: El de la Bofetá.
Le llevaron primero a casa de Anás
El sumo sacerdote comenzó a preguntar a Jesús acerca de sus discípulos y de lo que enseñaba. Jesús le respondió:
–Yo he hablado públicamente delante de todo el mundo. Siempre he enseñado en las sinagogas y en el templo, donde se reúnen todos los judíos; así que no he dicho nada en secreto. ¿Por qué me preguntas a mí? Pregunta a quienes me han escuchado y que ellos digan de qué les hablaba. Ellos saben lo que he dicho.
Cuando Jesús dijo esto, uno de los guardias del templo le dio una bofetada, diciéndole:
–¿Así contestas al sumo sacerdote?
Jesús le respondió:
–Si he dicho algo malo, muéstrame qué ha sido; y si lo que he dicho está bien, ¿por qué me pegas?
Entonces Anás envió a Jesús, atado, al sumo sacerdote Caifás.
Aunque otros lo hicieron en décadas anteriores, hoy día es el único Cristo que procesiona dando la espalda al frente del paso. Esto es necesario dada la disposición ante el tribunal de Jesús contestando a los sanedritas y recibiendo, por ello, la bofetada de Malco.
Como en otros misterios, Castillo Lastrucci recurre a la mayor fealdad en el rostro de quienes no quieren a Jesús.
El misterio lo componen 7 imágenes. Jesús, en el centro es abofeteado por Malco mientras en la trasera del paso están: Anás en su trono y dos sanedritas. En la delantera, un sayón agachado y un romano que contempla impasible la escena. Fíjate en el llamador del paso de misterio, en forma de calabrote… una soga gruesa que elude al cautiverio de Jesús para ser llevado ante Anás.
Los hermanos visten en su estación de penitencia túnica blanca de cola con antifaz del mismo color, y una característica cruz azul y roja.
Si te decides a ver la entrada de la hermandad también vivirás un momento único con el paso de misterio.
Desde que entra en la plaza, de una sola chicotá, y a los sones de varias composiciones de la Banda de las Cigarreras, el misterio completa su estación de penitencia con unos minutos de ensueño y siempre memorables.
Te dejamos ahora con Ellos. Ya sabes que puedes contarnos más detalles sobre la hermandad en la zona de comentarios del vídeo. Los leeremos con interés.