Conoce la Hermandad de San Benito

Del barrio de la Calzá nos llega la siempre esperada hermandad de San Benito. Tres pasos y más de mil nazarenos de túnica y capa blanca con antifaz de terciopelo morados.

Su primer paso, la Presentación al pueblo de Jesús, es expresión de la máxima teatralidad conseguida por Castillo Lastrucci en sus composiciones artísticas para la Semana Santa.

Pilato, en la delantera del paso nos presenta a nosotros, espectadores, a Jesús. ¿A este queréis realmente ejecutar? Un impactarte diálogo imaginario que se genera con los cofrades que lo ven… ¿Volvería, posiblemente, a ocurrir lo mismo? ¿Pediríamos salvar a Jesús?

Pilato volvió a salir y les dijo:

–Mirad, os lo he sacado para que sepáis que yo no encuentro en él ningún delito.

Salió, pues, Jesús, con la corona de espinas en la cabeza y vestido con aquella capa de color rojo oscuro. Pilato dijo:

–¡Ahí tenéis a este hombre!

Cuando le vieron los jefes de los sacerdotes y los guardias del templo, comenzaron a gritar:

–¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!

El misterio lo completan un esclavo etíope, un romano, un sanedrita y Claudia Prócula y su criada en la trasera del paso junto al trono de pilatos. Sus gestos recuerdan que, según las escrituras, la mujer de Pilatos no quería que matasen a Jesús.

Mientras Pilato estaba sentado en el tribunal, su esposa mandó a decirle:

–No te metas con ese hombre justo, porque anoche tuve un sueño horrible por causa suya.

Todos los personajes permanecen tal y como los concibió el artista, con sus ropajes tallados.

Es llamativo el remate del trono de Pilatos, con Rómulo y Remo, fundadores de Roma y que, según el mito romano, fueron amamantados por una loba tras ser abandonados a su suerte por su padre.

El segundo de los pasos es el del Cristo de la Sangre, obra de Francisco Buiza, que por su advocación lo crea con abundante sangre en su cuerpo. El Señor fue donado por la Policía Nacional, que es también hermana honoraria de la hermandad y que regaló un ángel custodio de plata que va en el paso de palio.

La advocación del Cristo de la Sangre es también motivo por el que la hermandad de San Benito es miembro de honor de los donantes de sangre de Sevilla. En la delantera de su paso destaca la presencia también de un ángel custodio, que en este caso representa el triunfo de la Eucaristía.

El antiguo Cristo de la Sangre junto a la Virgen de la EEncarnación, son las devociones centenarias que originan la hermandad el Triana. Sus primeras reglas son del año 1554.

Este origen trianero y el hecho de que en su techo de palio había una paloma de plata, son el motivo por el que a la Virgen de la Encarnación se la conocía como la Palomita de Triana.

La bella y sufriente Dolorosa, de autor ánimo, procesiona en un magnífico paso con bordados de Rodríguez Ojeda y orfebrería de Villareal. Fíjate en el grosor de sus varales, sus profusos candelabros de cola o la belleza de sus respiraderos.

La hermandad de San Benito gusta verla casi en cualquier punto de su recorrido. Búscala con niños en las calles anchas antes de llegar al centro de la ciudad o ya al caer la noche, si puedes, entre las estrecheces de su recorrido de vuelta.

¿Dónde te gusta o gustaría a ti ver San Benito? ¿Y sabes más detalles interesantes sobre la hermandad? Esperamos tus comentarios para leerte.

Quédate unos minutos con el misterio de la Presentación, su banda y su andar costalero, que levanta admiración. También con el caminar elegante del Cristo de la Sangre y la Virgen de la Encarnación.

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