La decana y más antigua hermandad del Martes Santo cierra el día en la carrera oficial.
La hermandad de Santa Cruz deja las más bellas imágenes de nuestra Semana Santa en el transitar por el barrio que da nombre a su parroquia y a la corporación.
Una hermandad de negro ruan que guarda un sello clásico e inconfundible.
El Señor de la Misericordia podría ser obra de Pedro Roldán, del siglo XVII. Tiene uno de los rostros más bellos de los titulares cristíferos de nuestra Semana Santa. Sus expresivos ojos, mirando al cielo, te llevan a Él, a su interior y a su diálogo en la cruz con el Padre….
Al llegar el mediodía, toda aquella tierra quedó en oscuridad hasta las tres de la tarde. A esa misma hora, Jesús gritó con fuerza:
–Eloí, Eloí, ¿lemá sabactani? (que significa “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”)
El paso que lo cobija es singularmente característico. Es de estilo gótico y está inspirado en el paso anterior, que fue diseñado por Aníbal González. El canasto es muy diferente al resto de los que existen en la semana santa sevillana. Destacan sus capillas con tablas pintadas en su interior que reproducen escenas de la pasión. Estas pinturas están inspiradas en el arte flamenco.
Fíjate en sus únicos e irrepetibles candelabros, que siguen siendo los mismos de su paso primitivo.
El arte gótico busca el cielo con sus formas apuntadas. Lo mismo que la mirada alta del Señor y de la Virgen que va en el paso arrodillada a sus pies. Santa María de la Antigua.
La Virgen es obra de Emilio Pizarro. Al pie de la cruz, que recoge algo muy habitual en nuestras semanas santas de décadas anteriores. Muchas corporaciones en sus inicios apostaban por esta manera de procesionar a sus titulares. La Virgen a los pies del Señor Crucificado. Un “Satabat Mater” expresión que recoge un poema típico de celebraciones religiosas anteriores en latín: Stabat Mater dolorosa / luxta crucem lacrimosa…. “Estaba la Madre, dolorosa, junto a la cruz lloraba…”.
La Virgen de los Dolores es obra de Antonio Eslava, mismo autor de la Dolorosa de Jesús despojado, y que tiene un sello similar. Mirada alta y expresión de dolor intenso, que realza aún más su pregunta y oración al cielo.
Procesiona en un coqueto y elegante paso de palio con crestería de plata y bonito diseño de bordados. Sus dimensiones, algo menores de lo habitual, son debidas también a las dimensiones la puerta de su templo. El Señor sale bajado y hundido en el monte de claveles, prácticamente hasta el pecho, para poder salvar el dintel.
La elegancia de la hermandad y su cuidado de la estación de penitencia la hacen muy bonita de ver en cualquier enclave, pero no puedes perdértela en alguna ocasión de tu vida cofrade en las calles de su barrio de Santa Cruz.
En la cruz de cerrajería de su conocida plaza de santa cruz está inspirada su cruz de guía, de diseño también especialmente característico y diferente a lo habitual en otras cofradías sevillanas.
¿Conoces tú más detalles que quieras contarnos sobre la hermandad de Santa Cruz? Los esperamos leer en la zona de comentarios al vídeo.