Acompáñanos a observar con detalle lo que el misterio del Dulce Nombre de Bellavista proclama con determinación en las calles de su barrio y para toda Sevilla.
El sereno rostro del Señor Cautivo en el Monte de los Olivos muestra también firmeza y determinación en asumir lo que vive y vivirá.
Entonces los otros se acercaron, echaron mano a Jesús y lo apresaron.
En esto, uno de los que estaban con Jesús sacó una espada y cortó una oreja al criado del sumo sacerdote. Jesús le dijo:
¡Guarda tu espada en su sitio!
Todo el paso es un tratado sobre cómo asumir nuestras situaciones vitales complicadas. No es fácil hacerlo bien. Tres maneras en tres personas y escenas que se reparten en el misterio. Jesús, Pedro y Judas.
Jesús se muestra firme y sereno. No solo porque sabe lo que viene y quiere asumirlo. También por lo que su advocación quiere transmitirte. Salud y Remedios. ¿Puede ser que asumir serenamente lo que viene sea parte del remedio cuando nos falla lo más importante? Actitud. Determinación. Fortaleza interior para avanzar de frente en la vida.
Pedro guarda la espada. Su reacción es lógicamente humana. Rebeldía ante lo que no quiere asumir o vivir. Respuesta agresiva. Diente por diente ante la afrenta. Espada y violencia hacia el agresor…
Así no. Dice Jesús… A veces pensamos que el Evangelio es duro de asumir por diferentes cuestiones. Una es esta, sin duda. ¿No es normal querer responder ante una situación injusta o violenta? Ir a contracorriente es responder sin violencia. Eso le pide Jesús a Pedro y nos pide a nosotros. Pedro lo asume. Aunque sea en un segundo momento.
Puede que parte de lo más importante que nos transmita la hermandad del Dulce Nombre de Bellavista esté en la trasera de su paso de misterio. Lo podemos ver en los ojos arrasados de lágrimas de Judas. Juan le recrimina. ¿Qué has hecho? Sí, sabemos que se arrepintió. Pero… ¿qué hacer cuando te equivocas? Ahí es cuando se produce la decisión clave. Pedro lo hará en varias ocasiones. Tras arrepentirte, querer avanzar, confiar en avanzar. Judas quedó atrapado en el mal hecho y no supo salir de él.
Esa capacidad de avanzar y no quedar atrapado en los malos pensamientos y sentimientos es también salud y remedio para ti. E ahí uno de los grandes mensajes que nos deja el Señor de Bellavista, que quiere cuidarnos también a nosotros, incluso cuando nos equivocamos o lo traicionamos. Sus manos atadas impedirán ya hablar con Judas y buscarlo para consolarlo y ayudarle a salir de esa espiral que le llevó a morir.
Dolores y Compasión. Eso es lo que proclama la Virgen del Dulce Nombre en Bellavista. Padecer con el otro para, desatar las manos del cautivo y ser las suyas acompañando el dolor…