Breve historia de la Hermandad del Santo Entierro
Fundada en el siglo XVI, la hermandad tenía su sede en un oratorio o capilla llamado de Colón. Allí se traslada en 1587 la de Nuestra Señora de Villaviciosa y ambas se fusionan.
En el siglo XVII los mercedarios se establecen en el oratorio y nombran la Iglesia como Monte Calvario y Entierro de Cristo.
En esta época la hermandad celebraba la ceremonia del Santo Entierro de manera escenificada. Clavado en la cruz en lo alto de un collado, el Señor era descendido y llevado al entierro. Tras la ceremonia comenzaba la procesión. Sonaban tambores destemplados en señal de duelo. El Señor Yacente iba en andas cubierto por ricos sudarios.
El Señor que procesiona hoy en una urna neogótica es obra de Juan de Mesa. Tiene la ceja izquierda taladrada por una espina, lo que puede considerarse como una firma del artista.
El misterio alegórico del Triunfo de la Santa Cruz es conocido popularmente como “la Canina”. Representa a la muerte, sentada en la bola del mundo. Esta es vencida por la Cruz, la propia muerte de Cristo: “Mors mortem superávit”. Es obra de Antonio Cardoso Quirós en 1693.
El paso del Duelo está inspirado en el rito de expresar la condolencia a los familiares del difunto tras enterrar al fallecido. La Dolorosa es también del imaginero Antonio Cardoso Quirós. El resto de imágenes de Juan Astorga.
(fuente textos: web hermandad)
Dejad a Sevilla
que llore en su duelo,
que sea capilla
que vele su cuerpo
y tiña de luto
de negro el entierro,
que pase yacente,
sin vida, ya inerte
el Dios verdadero
que vence a la muerte.
(Rafael González Serna)