Ánimo, ¡levántate!

El Señor aparece tres veces caído en los misterios y pasos de nuestra Semana Santa. Curiosamente son tres la veces que la piedad popular, por el ejercicio del viacrucis, ha heredado que cayó Jesús en su camino al Calvario.

En la Hermandad de las Penas el Señor va solo en su paso, bajo el peso de la cruz de carey. En San Isidoro es ayudado por el cirineo, que nos mira e interroga. Aquí, en el misterio de la Hermandad de la Esperanza de Triana, Cristo, no solo va acompañado del Cirineo, que trata de ayudarle a llevar su peso, también presencia la escena una mujer y con un niño en brazos, y en la delantera, a caballo, un centurión romano indica a Jesús que se levante y avance.

Nunca sabemos de dónde y cómo puede venir el aliento en la batalla de la vida. Qué circunstancias nos pueden llevar a levantar la cabeza y seguir adelante. Además de Simón de Cirene, es una roca fría y dura, la que el Señor toma como punto de apoyo para tratar de ponerse en pie, y es también el centurión quien le indica que avance. ¿Cuántas veces no quieres levantarte ni aunque te lo pidan tus seres más queridos? Hay ocasiones en las que las personas que nos rodean, sin ánimo negativo, lloran también nuestras circunstancias, como la mujer en el paso, pero no son el punto de apoyo para seguir adelante.

Piensa en esas situaciones que pasas tú o algunos de tus seres queridos que son tan duras que parecen no tener salida. Uno tiene solo ganas de quedar caído, encerrado en sí mismo y sus circunstancias.

El misterio del Señor de las tres Caídas es una invitación a levantarnos y seguir adelante incluso en ese tipo de situaciones. La manera de llevar el paso es también una llamada a la esperanza, a esa alegría que imprime el barrio y sus costaleros. Desde abajo también se empuja, también se es cirineo…

No importa lo que nos empuje a levantarnos, a seguir la rutina diaria: el vecino que llama, la familia o el trabajo que necesita que sigas… Da igual si es algo frío, como esa roca, no importa si es un desconocido o un aparente enemigo.

Lo importante eres tú, que puedas con tu carga, que consigas levantarte.

Jesús sabe lo que sufres. También lo sintió. ¡Ánimo, levántate!, parece decirle el romano. Puedes…

Ten Esperanza, no la pierdas del todo, Ella también te la lleva…