Sevilla enmudece ante su presencia.
El Señor llega, pasa y te lleva consigo…
Jesús, llevando su cruz, salió para ir al llamado “Lugar de la Calavera” (que en hebreo es Gólgota).
Su rostro, su zancada, el caminar del paso que imprimen los costaleros a la voz de los Villanueva… Todo es escenografía del poder del Señor, que puede con la cruz, carga con ella y con las nuestras…
La reciente misión del Gran Poder a los barrios más pobres de Sevilla ha señalado el sentido profundo de las hermandades y la religiosidad popular.
Esta obra cumbre de Juan de Mesa sitúa la imaginería barroca en la expresión máxima de su intención en el procesionar y salir a la calle. Todo Él es impacto visual. Las proporciones de su cabeza, sus poderosas y grandes manos, su forzada posición del cuerpo al llevar la cruz y caminar decidido… Catequesis y mensaje directo al espectador.
La hermandad alterna en los últimos años el uso de la túnica lisa con las bordadas. Unos defienden el caminar visible y movimiento de la lisa, los eruditos subrayan la realeza y mensaje completo de divinidad con la bordada. Toda argumentación calla ante su rostro…
Fíjate cuando estes cerca de él en los detalles de la corona de espinas, que es una serpiente, símbolo del mal, que el Señor derrota. Y esa espina que se clava en su ceja…
El Señor procesiona en el paso más antiguo de la Semana Santa. Obra de Francisco Antonio Gijón, el autor del Cachorro. Es referencia para los pasos que fueron creándose posteriormente. Todo cargado de simbolismo sobre la propia obra del Señor del Gran Poder.
La belleza humilde pero rotunda de la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso pareciese pasar desapercibida ante la presencia que todo lo llena del Señor. Probablemente a ella no le importe. Pero no renuncies a verla y contemplar su rostro.
La Virgen es obra anónima del siglo XVIII.
Le acompaña San Juan. Obra también poderosa de Juan de Mesa. El artista arropa así doblemente a María, con San Juan a su lado, y el Señor simpre presente.
Procesiona en un bello palio de cajón. Sin música. En silencio. Como el señor y los numerosísimos nazarenos de ruan negro que les acompañan cada madrugada de Viernes Santo por las calles de sevilla.
Su corona es la más antigua de las que procesionan en Semana Santa.
Te dejamos de nuevo ahora con el Señor. El Señor de Sevilla. Su impronta, sus devotos de cada viernes, sus cultos medidos y que marcan el calendario cofrade.
Pero lo hacemos con una peculiaridad. Acompañado con música. Fue en la procesión de vuelta a San Lorenzo tras las misiones en el barrio de Los Pajaritos, Candelaria y Madre de Dios. Los sones, de la Centuria Romana Macarena.
Miles de devotos acompañando y rúbricando el mensaje recibido y aprendido. Id donde él os lleve. Haced lo que él os diga, como dijo Maria en las bodas de Caná…